PIROCÚMULO: LA NUBE CREADA POR EL FUEGO

Cada vez que tenemos un incendio forestal, una parte de nuestros pulmones verdes se consume. En ellos se pueden ver muchas imágenes dramáticas del fuego devorando hectáreas y hectáreas. En ocasiones incluso se puede ver una típica nube encima de estos incendios: un pirocúmulo. Esta característica nube tiene su origen en la gran cantidad de calor que produce el fuego. Puede aparecer en grandes incendios, también en volcanes o cualquier otro foco de calor como una chimenea de gran tamaño o volumen y, ocasionalmente, actividades industriales también lo pueden generar (centrales térmicas, etc.)

Pero, ¿cómo se forma? Básicamente se forma por el mismo principio que las tormentas en verano. A nivel de superficie debe haber un foco de calor de gran tamaño. El aire cálido es menos denso que el frío y asciende a gran velocidad, con el resto de partículas que se desprenden de un incendio o de un volcán. Pero llega un momento en que ha ascendido tanto que toda esta masa de aire se encuentra con otra mucho más fría, provocando la condensación del vapor de agua que está presente. En este momento se forma una nube en la parte superior de la columna de humo. Este tipo de nube tiene forma cumuliforme, es decir, tiene forma de coliflor, como las tormentas de verano, pero raramente deja lluvia. Eso sí, en el caso de los volcanes, por estar a más altitud y ser un foco de calor mucho más intenso, puede llegar a provocar descargas eléctricas.

Muchas veces, cuando observamos un 'pirocúmulo' con las imágenes del satélite Meteosat se puede llegar a confundir con cúmulos normales que circulan cerca del foco de calor. ¿Como diferenciarlos? Muy sencillo. El humo que forma el pirocúmulo es mucho más oscuro al estar compuesto de cenizas (aparte de otros elementos también) mientras que los cúmulos normales tienen un color blanco puro y no son tan oscuros porque tienen mucha más cantidad de vapor de agua. Además, el pirocúmulo arrranca desde un punto (donde está el incendio que lo produce) y tiene forma alargada por las corrientes de aire que hay en capas medias de la atmósfera y que hacen que se estire en una dirección.