¿HAY RELACIÓN ENTRE EL TIEMPO Y LOS DOLORES MUSCULARES?

Por Jovi Esteve

Una de las percepciones que tenemos es que los dolores musculares y de hueso van asociados muchas veces a los cambios de tiempo. ¿Quien no ha escuchado alguna vez aquello de que la lluvia o el frío incrementa el dolor en los huesos, la espalda o las articulaciones? Seguramente las personas con enfermedades reumáticas, artrosis o propensas a tener lumbalgia pueden dar una opinión al respeto. De hecho, existen los llamados ‘meteorosensibles’, gente más sensible o susceptible a los cambios de tiempo. Pues bien, parece que, según un grupo de científicos del Instituto de Salud Global de Sidney (Australia), la cosa no está muy clara puesto que han concluido que los cambios meteorológicos no tienen ninguna influencia en los dolores osteomusculares.

Según podemos leer en el estudio, el vínculo entre el mal tiempo y el aumento de los dolores musculares, huesos o articulares no tiene ninguna relación con el aumento de la humedad o la bajada de las temperaturas. Para llegar a esta conclusión se apoyaron en el historial médico de 1.000 pacientes australianos adultos con dolor lumbar, y 350 con osteoartritis de rodilla. Durante el periodo de estudio estuvieron comprobando y contrastando los episodios agudos de sus dolencias con los cambios de tiempo que se estaban dando (humedad, viento, presión atmosférica, precipitaciones, etc), incluso, durante estos meses contrastaron datos donde las temperaturas oscilaron entre los 5,4°C y los 32,8°C con episodios de más frío, y también de más calor.

Al final, el estudio constató que las condiciones físicas de los pacientes no se alteraron a consecuencia de los cambios del tiempo. Lo único que relacionaron fue cuando las temperaturas subían, también había un incremento poco significativo de sufrir un episodio de dolor lumbar.

Para los investigadores, las personas que sufren estas dolencias no deberían de estar pendientes de los cambios de tiempos. No es aconsejable culpar al tiempo de la aparición de sus síntomas puesto que las condiciones meteorológicas no tienen ninguna influencia sobre sus dolores o molestias. Lo mejor que pueden hacer estas personas es centrarse más en la prevención de estos problemas y como actuar ante los episodios dolorosos. Lo que está claro es que los seres humanos somos muy susceptibles, por lo cual es más fácil recordar el dolor en días fríos y lluviosos, y olvidar aquellos en los que tenemos los mismos síntomas pero el tiempo es benévolo y soleado.

En resumen, la relación entre el tiempo y los dolores musculares es multifacética e involucra factores climáticos, envejecimiento, actividad física y ciclos biológicos. Mantenerse activo, vestir adecuadamente en climas fríos, y permitir bastante tiempo para la recuperación cuando hacemos deporte, puede ayudar a mitigar algunos de estos dolores.